La lectura es un hábito posible
que la debemos practicar tanto como placer o como una experiencia a compartir. El
fomentar la lectura en las personas es algo maravilloso, debido a que
cultivamos nuestro acervo cultural, nos informamos de todo lo que sucede a
nuestro alrededor y enriquecemos nuestra mente y espíritu.
Si el leer lo vemos como algo que nos
entretiene, como ir al cine, a un baile, a un concierto de nuestro artista
favorito, entonces estaremos dando cabida a nuevas cosas e intereses en nuestro
cuerpo y mente convirtiéndose en una bella costumbre que no dejaremos de hacer,
todo es cuestión de tener predisposición de nuestra parte y dedicar un espacio
de tiempo para leer, poniéndole ganas, entusiasmo, amor y corazón.
Cuando al leer lo hacemos porque alguien nos
exige hacerlo, entonces definitivamente la lectura se va a tornar tediosa,
estresante, aburrida y traumática, nunca lo haremos con buena voluntad, siempre
será de la peor forma, sin interés, sin entusiasmo de nada, pero como
consecuencia nunca podremos expresarnos bien, ni tendremos ideas interesantes
para poder explicar y compartir.
Ø ¿QUÉ BUSCAMOS
EN ELLA?
A través de la lectura buscamos una nueva
forma de vivir, o de conocer otros
mundos, o de salir durante algún tiempo de nuestro día a día, es decir de la
rutina de no poder compartir experiencias ni expresarnos correctamente ante los
demás.
Poder abrir un espacio de discusión, de reflexión sobre la recuperación de la lectura como práctica social, realizar un intercambio y análisis de cualidades para nutrir nuestra mente.